4 formas diferentes de usar un sillón

Este es el uso más clásico pero, no por ello, el menos útil. El salón suele ser el espacio natural del sillón ,y el sillón suele ser el complemento perfecto del sofá. El sillón permite redefinir la organización del salón a tu gusto y delimitar este espacio de convivencia. Ya sea para el día a día en familia o para recibir a las visitas, quedará de maravilla junto a una mesa de centro.
Además de su aspecto práctico, no hay que pasar por alto su potencial decorativo. Para empezar, aporta una nota de dinamismo al sofá. Puedes optar por un sillón que haga juego con el resto del salón o uno que haga contraste con el resto de muebles para realzarlos y darle una nota diferente al conjunto.  Un sillón es la excusa perfecta para darle un toque de color más o menos pronunciado a tu decoración. El sillón es, en definitiva, un complemento ideal para personalizar tu salón.. 

Si tienes espacio suficiente, el sillón puede quedar de maravilla en la habitación para crear un espacio relajante y cómodo en el que descasar o leer alejado del bullicio del salón. Puedes añadir una mesita auxiliar y aprovechar el espacio para desayunar o leer tus mails antes de empezar la jornada. Elige un modelo de sillón mullido y envolvente para que sea más cómodo y agradable. Si no tienes espacio suficiente, puedes optar un modelo más pequeño tipo butaca.
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¡Inspírate de los mejores hoteles y transforma el cuarto de baño en un auténtico spa! Y para ello, nada mejor que un sillón que te invite a tomarte tu tiempo y relajarte.  Un sillón en el cuarto de baño te permitirá crear un espacio de belleza en el que hacerte la manicura o ponerte tus cremas.  
Por eso es importante elegir un modelo práctico y que se adapte al estilo del cuarto de baño. Conviene evitar los modelos demasiado voluminosos o que no resistan bien la humedad. Si optas por un modelo de tela, elige una versión desenfundable que pueda lavarse en la lavadora para facilitar su limpieza en caso de manchas.  

Dicen que la primera impresión es importante. Y la primera impresión que van a tener tus invitados es la de la entrada. Por eso es importante cuidar este espacio del que, a veces, nos olvidamos. Para ello, nada más acogedor que una entrada que ya invita a sentarse. Además de crear una atmósfera cálida y acogedora nada más entrar en casa, si tienes un zapatero, el sillón puede resultar muy práctico a la hora de calzarse o descalzarse (especialmente si tienes niños). También puedes apostar por un modelo más atrevido para darle una toque de originalidad a este espacio de la casa.