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      Elegir un edredón adecuado es fundamental para sentirte bien en la cama: un modelo demasiado pesado o cálido te hará sudar excesivamente, mientras que, con un edredón demasiado ligero, te despertarás tiritando en medio de la noche. A continuación encontrarás los criterios que debes tener en cuenta para elegir el edredón y los accesorios de cama óptimos.

      1. ¿Cómo elegir las dimensiones de un edredón?

      Las dimensiones ideales de un edredón suelen ser objeto de cierta confusión: ten cuidado de no confundirlas con las dimensiones del colchón. En la práctica, un edredón de la misma longitud que el colchón podría valerte, pero es importante que sea más ancho que el colchón si quieres que te cubra bien.

      - Por lo tanto, un edredón de 140x200 no corresponde a una cama de dos plazas de 140x200, sino más bien a una cama de una plaza de 80 o 90x200.

      - Para abrigar bien a dos personas, elige mejor un edredón de 220x240: quedará perfecto en una cama de 160x200, y colgará solo un poco en una cama de 140x200.

      - Por último, reserva el edredón de 240x260 únicamente para camas de 160x200 o más grandes.

      Los edredones grandes son agradables y cálidos, pero, al mismo tiempo, su mantenimiento es más difícil —lo más seguro es que tengas que llevarlos a una lavandería o una tintorería— y el precio de sus fundas es más elevado.

      2. ¿Edredón natural o sintético?

      El edredón natural de plumas ofrece a tus noches la suavidad y la esponjosidad propias de las plumas de pato o de oca auténticas. Los edredones naturales no son necesariamente más cálidos, pese a que, a menudo, son más caros que los edredones de material sintético equivalentes. Aun así, cuentan con seguidores incondicionales. No olvides elegir una buena proporción de plumón —al menos un 70 o un 80 %— si quieres disfrutar de un edredón realmente ligero.

      Los modelos sintéticos tienen precios más asequibles, por lo que constituyen la opción ideal si lo que buscas es un edredón barato. Sin embargo, un edredón sintético también cuenta con ventajas propias, como una menor peligrosidad para las personas particularmente alérgicas y un alto nivel de acabado en algunos modelos: el poliéster o el polialgodón son resistentes, se arrugan muy poco y no suelen dar problemas para lavarlos a máquina.

      3. Gramaje y revestimiento

      La densidad de un edredón y, por consiguiente, el calor que este proporciona, dependen de su gramaje, expresado en gramos por metro cuadrado (g/m²). Se trata de un indicador muy importante a la hora de elegir un edredón específico para una época del año. Lo ideal es que un edredón de verano tenga un gramaje no superior a 180 o 200 g/m². En cambio, podrás permitirte un gramaje mucho más pesado cuando llegue el frío: un buen edredón de invierno suele tener entre 270 y 300 g/m².

      También has de saber que existen los llamados edredones «4 estaciones», constituidos por dos partes de distinto gramaje que permiten utilizarlos cómodamente a lo largo de todo el año.

      El tejido de revestimiento del edredón, expresado en número de hilos por centímetro cuadrado, también tiene su importancia. En un edredón de plumón natural, lo recomendable es como mínimo 120 hilos/cm². En edredones sintéticos y resistentes, 90 hilos/cm² serán suficientes para evitar un desgaste prematuro.

      4. ¿Qué tipos de tratamiento son importantes?

      Hoy en día, los fabricantes proponen edredones sometidos a un gran número de tratamientos preventivos, tanto en el caso de los modelos sintéticos como en el de los naturales. Lo mínimo que deberías comprobar es que se haya efectuado un tratamiento contra los ácaros y las bacterias. Ahora también existen en el mercado productos con nuevos tratamientos específicos contra los chinches. Por último, hay rellenos de edredón que incluyen aceites esenciales encapsulados con el fin de sanear el material y perfumarlo ligeramente.

      5. ¿Cuánto cuesta un buen edredón?

      El precio medio por el que puede conseguirse un edredón depende principalmente de su calidad de acabado, pero también de sus dimensiones: un edredón para 1 persona será necesariamente más barato que su equivalente para 2 personas. La gama básica empieza a partir de 30 o 40 €, aunque será preciso desembolsar un poco más (hasta 300 €) para acceder a los modelos de gama alta.

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