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      ¿Te duele la espalda al levantarte de la cama? ¿Sientes que tu colchón es muy duro o, al contrario, muy blando? Gracias a la compra de un cubre colchón, dormirás con mayor comodidad sin tener que gastar una gran suma de dinero en un colchón nuevo. Olvidado durante un tiempo, este accesorio de cama vuelve a pisar fuerte gracias a su cuidadosa fabricación basada en tecnologías del descanso que contribuyen al bienestar.

      1. Un cubre colchón para cada uso

      Son varias las necesidades que pueden justificar recurrir a un cubre colchón confort. Dependiendo del modelo elegido, podrás ganar firmeza en la capa superior del colchón y, de esa forma, mejorar la sensación de apoyo del cuerpo. Al contrario, otros materiales y modelos te ayudarán a mejorar el mullido del colchón.

      El cubre colchón de cama presenta múltiples ventajas de orden práctico: permite personalizar la parte del colchón ocupada, para ofrecer la firmeza y dureza deseada a cada uno de los integrantes de una pareja. También se puede usar un cubre colchón a fin de unir dos colchones individuales para ganar espacio y comodidad, o incluso para improvisar una cómoda cama con un cubre colchón para sofá cama.

      Finalmente, este tipo de elemento es útil para retrasar la compra de un colchón nuevo cuando el que tengas esté desgastándose y ya no ofrezca la comodidad deseada.

      2. Materiales y opciones de cubre colchón

      Hay tres categorías de cubre colchón. ¡Elige la que más te convenga!

      El cubre colchón con memoria de forma, tal y como su propio nombre indica, se adaptará progresivamente a la forma de tu cuerpo identificando donde es más necesario, al tiempo que vuelve más mullido un colchón demasiado duro. Este tipo de cubre colchón está especialmente pensado para aquellas personas que sufren lumbago (dolor de espalda) al despertarse, ya que evita la presión excesiva sobre los puntos de apoyo y los músculos doloridos.
      El cubre colchón de espuma realiza el efecto contrario al mejorar la dureza de un viejo colchón. ¿Sientes con frecuencia que te hundes en la cama? Un modelo de espuma te permitirá mantener una posición más cómoda durante toda la noche. El uso de espumas como el polialgodón, una mezcla de ambos materiales, pero también otras fibras muy suaves hechas a base de aloe vera, está cada vez más extendido.

      Finalmente, el cubre colchón de látex es otra variante a tener en cuenta si lo que buscas es mejorar la dureza del colchón. Esta fibra elástica también tiene la virtud de adaptarse a los contornos del cuerpo y brindar una zona de apoyo para las lumbares otorgando comodidad y alivio.

      3. ¿Qué grosor elegir para el cubre colchón?

      Por supuesto, el grosor del cubre colchón es determinante para definir su eficacia a la hora de ganar dureza o una mayor sensación de acolchado: ¡no te será fácil notar diferencias si optas por un cubre colchón tan fino como un papel! Como regla general, el grosor mínimo debe ser de 4 centímetros, pero si lo que quieres es experimentar un cambio que se note de verdad, entonces debe ser de entre 6 y 8 centímetros.

      Aunque ojo, por encima de los 8 centímetros, correrás el riesgo de que quede demasiado blando, lo cual hará que se hunda y que el cubre colchón no cumpla la función esperada. ¡Todo es cuestión de buscar la configuración más equilibrada, por lo que lo mejor es probarlo en condiciones reales!

      4. ¿Qué dimensiones conviene elegir?

      Para ganar dureza y firmeza en la capa superior del colchón, es recomendable elegir un tamaño equivalente al de tu colchón. En principio, no tendrás dificultades para encontrar los formatos más comunes, por ejemplo, con una amplia selección de cubre colchones 120x190, 160x200 o 140x190.

      Préstale atención también al tipo de sujeción: la mejor forma de unir el conjunto son los elásticos que se pasan completamente por debajo del colchón.

      5. ¿Cuánto cuesta un buen cubre colchón?

      La gran ventaja de un cubre colchón para cama son sus precios asequibles, sobre todo si los comparamos con los de los colchones nuevos. Podrás encontrar modelos que ofrecen un buen nivel de mullido y de dureza a partir de unos 60€, una cantidad insignificante si de lo que hablamos es de mejorar la calidad de tu sueño. Los modelos más exclusivos, los que cuentan con memoria de forma, pueden costar hasta 200€, aunque siguen siendo bastante asequibles.

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