Una decoración vintage con muebles nuevos

Un mueble vintage es, ante todo, una cuestión de estilo. Para ello, conviene sumergirse en las tendencias de los años 50, 60 o 70 para saber qué líneas, formas y diseño elegir. La buena noticia es que la tendencia vintage es tan potente que, hoy en día, podemos encontrar una versión nueva de cualquire de los muebles de esta época. No en vano, el estilo nórdico está inspirado en los diseños de los años 60 de los países escandinavos. Por eso, puedes optar por un aparador de estilo nórdico, un sofá banco con patas de madera o un mesa de centro con patas en compás.
Otra opción para apostar por el estilo vintage es elegir muebles que tengan mucha personalidad. En ese caso, conviene decantarse por los diferentes matices y particularidades de la madera oscura o por muebles pintados con un acabado envejecido. 

El sofá es, sin lugar a dudas, la pieza estrella de la decoración vintage. Ahora bien, no cualquier sofá. Lo mejor es elegir modelos atemporales como el club o el chesterfield que han sabido resistir los cambios de tendencias desde hace décadas. Son sofás robustos y de calidad que se adaptan fácilmente a todo tipo de interiores. Pero, por lo que de verdad se distinguen y por lo que son más apreciados es por su hermoso tapizado de cuero que tiene la particularidad de envejecer de maravilla y que le aporta todo ese carácter y personalidad al sofá. Si vas a comprar un sofá nuevo, decántate por modelos de cuero envejecido de color negro o chocolate para que aporten la personalidad y el carácter de los sofás antiguos.