La vida útil de un colchón es de aproximadamente diez años. Sabiendo que pasamos más o menos 1/3 de nuestra vida en la cama, ¡es importante escogerlo bien!
A - Cutí (o funda): Es el tejido que recubre el colchón. Normalmente está tratado contra el moho y las bacterias.
B - Acolchado (o acogida): Son las capas de material más próximas al cuerpo, entre el relleno y el cutí.
C - Núcleo (o relleno): Se trata de la parte central del colchón. Permite una sujeción óptima del peso del cuerpo.
El somier desempeña el papel de amortiguador (absorbe 1/3 esfuerzos sufridos por el colchón).
También permite asegurar una buena higiene porque la ventilación del colchón se hace por debajo. Evacuamos de media 0,4L de agua cada noche (a saber, 146L de agua al año).
Por razones de higiene, y por su papel de amortiguador, no se debe sustituir un somier por una pieza de madera, ni poner el colchón en el suelo.
Un somier dañado puede estropear un colchón nuevo y reducir su duración a la mitad.
Por lo tanto, se aconseja cambiar colchón y somier al mismo tiempo, y elegirlos de igual calidad.
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