¿Estás tratando de crear un espacio de relajación para tus sesiones de lectura o para dar rienda suelta a tu amor por el cine? Seguramente te convenga un sillón relax “simple”. Este sillón consagrado a la relajación se distingue de los modelos clásicos porque es posible variar la inclinación del respaldo. Podrás pasar de posición sentada a posición semitumbada o tumbada por completo con toda facilidad… ¡sobre todo si eliges un sillón relax eléctrico, que obedecerá tus órdenes con solo presionar con el dedo el control a distancia!

Sin embargo, el sillón de relajación estándar ya no se considera el súmmum del lujo y la comodidad. Este privilegio lo ostenta ahora el sillón de masaje, que combina la modularidad de los sillones de relax con cojinetes rodantes que masajean deliciosamente todos los músculos de tu cuerpo. Amasamiento, percusión, técnica shiatsu… Si dispones del presupuesto necesario, los hay para todos los gustos.

¡Ojo, no todos los modelos son iguales! No te conformes con el primer sillón relax barato si no te has tomado la molestia de comprobar que sea adecuado para la forma de tu cuerpo. ¡De lo contrario, prepárate para los dolores de espalda!

En posición sentada, en primer lugar, es importante que puedas poner tus pies planos en el suelo con las rodillas en un ángulo de 90 o 95 grados. La profundidad del sillón de relax es otro criterio determinante: lo ideal es que te puedas colocar bien en el fondo del asiento sin que la parte interna de tus rodillas (el poplíteo) toque el asiento. Finalmente, obviamente, es necesario que tenga una longitud suficiente entre los dos reposabrazos: si te sientes incómodo o demasiado apretado, descártalo.

Puedes elegir el grado máximo de inclinación que más te convenga: una posición semitumbada (135 a 140 grados) o completamente tumbada (170 a 180 grados). En cualquier caso, si tienes miedo a quedarte encallado, lo mejor es elegir un sillón eléctrico elevable.

¿Prefieres un sillón de masajes o un sillón de relax? Puedes optar por la elección clásica de tela o piel (o piel sintética). Ambas son buenas opciones, siempre que elijas un acabado de calidad, aunque en última instancia dependerá del gusto y la opinión de cada uno.
 
Los sillones de relax de piel se lucen gracias a su calidez y personalidad, por lo que quedarán a la perfección en interiores de estilo clásico, rústico o elegante.
Como es habitual, los modelos de tela se destacan por una sorprendente variedad de colores, formas y motivos. Son perfectos sobre todo para una sala de estar de diseño, contemporánea o de estilo escandinavo.

El sillón eléctrico te permite cambiar de posición sin levantarte con solo pulsar un botón, por lo que únicamente ofrece ventajas en comparación con un modelo manual. Este último puede ser una mejor opción si eres joven y tienes un presupuesto ajustado. Además, el hecho de tener que ocultar el motor de la vista, hace que los sillones eléctricos tengan un aspecto más pesado y robusto, lo cual puede ser una desventaja para los más estetas.

La sensación de confort y plenitud de un sillón de relax puede aumentar aún más con algunos accesorios. En particular, los reposacabezas y los reposapiés sirven para sostener todas las extremidades del cuerpo y facilitan un descanso sin interrupciones.

También existen algunas opciones muy interesantes y útiles que a menudo son subestimadas, como la tecnología “Zero Wall”, que permite adoptar todas las posiciones que se desee sin necesidad de echarse hacia atrás: ideal para colocar el sillón contra una pared en un espacio pequeño.

Finalmente, elsillón eléctrico elevable ayuda al usuario a levantarse, por lo que puede prestar un gran servicio a las personas de más edad y con movilidad reducida.